viernes, 15 de marzo de 2013
SALIR DEL POZO
La depresión es una de las grandes epidemias de nuestros
tiempos y causa de muchas de nuestras enfermedades y trastornos fisiológicos.
Es algo natural que ante situaciones adversas, nos podaos
sentir abatidos, incluso aunque ese estado abatido pueda durar varios días.
Cuando nos encontramos en esta situación, hemos de saber aceptarla y vivirla
durante el tiempo que sea necesario, ya que en estas circunstancias necesitamos
estar centrados en nosotros mismos, podemos considerarlo como momentos de
reflexión o melancolía.
Sin embargo cuando esto se prologa en el tiempo, cuando
nos empieza a causar problemas relacionales, laborales o de salud, en
definitiva cuando nos preocupa el sentirnos así, es cuando hay que abordar el
problema, antes de dejar que se cronifique.
Cuando nos deprimimos sentimos como poco a poco nos vamos
hundiendo en un profundo pozo, mientras que aun podaos visualizar la luz de la
embocadura, podemos hacer algo por salir del mismo; pero cuando más nos
hundimos más ayuda exterior necesitaremos.
Aquí van algunas recomendaciones mientras aún podamos
hacer algo por nosotros mismos:
El placer es importante
para la salud, como preventivo y como curativo (ayuda a relajarse y protege
contra experiencias desagradables). Para ello, hay que desarrollar
la motivación y desterrar sentimientos de
culpabilidad, no dejarse llevar por la cadena de pensamientos negativos que se
forman en nuestra mente.
Es importante saber
relajarse, evitar el retraimiento, pasear y aprovechar la luz solar (el mejor
antidepresivo). Un general, cuando te sientas depresivo, simplemente haz lo
contrario de lo que te apetece; cuesta dar el primer paso, pero luego te
proporcionará una gran satisfacción.
Relaciónate con las personas de tu entorno,
sal a divertirte, rodéate de gente agradable y disfruta de tus relaciones íntimas.
Disfrutar de tu sexualidad es una de las mejores medicinas.
El buen humor y la risa
mejoran el tono muscular y la respiración, lo que incrementa la cantidad de
oxígeno en sangre.
Conviene controlar la dieta alimenticia, los desórdenes alimenticios, úlceras u otros pequeños
problemas pueden ser la causa de la depresión. Ingerir alimentos que
aumentan los niveles de triptófano (requesón, leche, carne, plátanos, pescado). La Vitamina B3 (niacina) es importante en la
producción de triptófano.
Las fuentes dietéticas de niacina incluyen el
aceite de pescado (como el salmón o la caballa), cerdo, pollo, guisantes y
judías secas, cereales completos, semillas, y cereales secos reforzados.
La avena es el más ligero de los cereales y el
que más aprovecha la luz del sol, la avena ayuda además a conciliar el sueño y
acelera los procesos de formación y desarrollo del organismo.
Tomar alimentos ricos en fenilamina
(soja, almendras, cacahuetes, sésamo), tomar vitamina C (cítricos, Kiwis), tomar magnesio (chocolate,
cereales, legumbres, nueces, mariscos).
Tomar alimentos ricos en proteínas (chocolate,
azúcar) cuidando la dieta,
el consumo moderado de chocolate incrementa la tranquilidad y mejora la
claridad de la mente.
El polen (tiene proteínas, vitaminas B, C y
provitamina A), el lúpulo (disminuye la ansiedad y los problemas de sueño), la
jalea real (tiene vitamina B, fósforo, cobre, hierro, selenio y aminoácidos).
Son muy beneficiosas las infusiones de
hipérico (hierba de San Juan) (también en pastillas o aceite). Incluso puede
ayudar una taza de café, mejora la percepción visual y proporciona calma en el
humor
Y por último, puedes consumir con moderación
alcohol ya reduce la tensión, mejora el humor e incrementa las situaciones de
placer social. Sin embargo, cuando se consume en solitario, y más estando
decaído, acrecienta la depresión.
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