Consulta de psicología y sexología

Consulta de psicología y sexología
www.espaiterapeutic.com

jueves, 10 de julio de 2008

DEL AMOR Y LAS RELACIONES AFECTIVAS



El amor es uno de los recursos más universales para acceder a la felicidad. El júbilo, la tristeza, la vergüenza, la rabia, los celos, el odio o el miedo son movimientos del alma que se instalan en el ánimo sin nuestro conocimiento. La felicidad también se somatiza y se manifiesta a través de la alegría, la risa es su manifestación más evidente, pero también lo es el llanto emocionado; cuando se alcanza esta dicha, nos sentimos en contacto con la eternidad, parece como si nos saliésemos del cuerpo.
El amor se encuentra es el centro de las pasiones y moviliza a todos los sentimientos de su entorno. Embriagados por su poder, se nos muestra como fuente de toda dicha y el mejor remedio contra todo infortunio. El amor puede extraer de cada persona su máximo potencial creador.
Los enamorados del amor se empeñan en mil aventuras pero les cuesta llegar a su plenitud; los que sueñan con ideales acaban por desesperarse; el temor a que nos hagan daño nos crea escudos de inaccesibilidad; la soledad acaba por generar relaciones sustituyerais con los animales, que aportan el cariño incondicional no logrado con las personas, con las actividades o incluso con los objetos de nuestra pertenencia.
El enamoramiento no está determinado por las cualidades de la otra persona, sino que es el hecho de estar enamorado lo que hacen manifiestas esas cualidades; no es algo que llega de improviso, es un momento especial de la existencia, apoyado y estimulado por ciertas condiciones y situaciones.
Los enamorados exhiben mutuamente sus cualidades a la vez que exploran las del otro mientras se insinúan sus afectos. Ambos prestan una mayor atención a las cualidades físicas, intelectuales y morales, mostrando una gran curiosidad por el otro; parecen idos o ausentes de todo lo demás, centrados casi exclusivamente en la pareja.
Al verse correspondidos los sentimientos, se desata unos momentos de euforia, sensación de bienestar, una arrebatadora pasión, embutiéndose de lleno en un mundo subjetivo. Cada uno conserva y realza sus propios valores y adquiere su máximo esplendor y valía; percibiendo y compartiendo todo cuanto el otro siente y vive. Más tarde el amor irá creciendo en madurez y serenidad, pero no necesariamente en extensión y profundidad.
Aunque, el amor es un concepto difícil de definir y resulta difícil saber con certeza si uno está enamorado, pues muchos suelen confundir el amor con otras emociones intensas como son los celos, el control, con sentimientos de posesión y dependencia de la otra persona. La atracción, el deseo sexual y el amor pueden empezar pareciéndose y provocando el mismo tipo de sensaciones. El amor es, más bien, una mezcla de sentimientos y comportamientos que perduran a través del tiempo.
El primer amor suele ser una de las experiencias más intensas de la vida. Saber si lo que siente es amor no resulta demasiado fácil. Si pudiéramos hacer una mezcla de ingredientes para reconocer el amor podrían ser estos: atracción, afecto, desear estar juntos, ser feliz con la otra persona, concordar con la otra persona, tener la sensación de compartir un destino, sentir una cierta conexión espiritual,... Pero aún así, dándose todas estas características puede que no sea el amor auténtico o duradero. Puede sentirse todas estas sensaciones y sin embargo no durar demasiado y acabar despreciando a la otra persona.
La obsesión también se confunde con el amor, nos hace pensar que nuestra supervivencia depende del hecho de estar con una determinada persona. Las personas posesivas desean controlar por completo a la otra persona, o uno puede tener la impresión e que la otra persona es dueña absoluta de nuestra vida. El enamorado se puede sentir perdido cuando no está con el objeto de su amor, como si no pudiera tener existencia por separado. El amor entre dos personas sólo puede existir mientras ambos existan por separado y de forma independiente.
Pueden haber algunas formas de adivinar si los sentimientos resistirán el paso del tiempo: cuando ambos pueden comunicarse abiertamente lo que siente el uno por el otro, el poder pasar tiempo juntos y sentirse felices en lo cotidiano, sin estar haciendo cualquier otra actividad que no tenga nada que ver con lo romántico o el placer sexual; el hecho de confiar el uno en el otro, poder discutir temas discrepantes aceptando las diferencias con respeto y tranquilidad, poder tener opiniones distintas sin intimidaciones ni competencias, tener libertad para decir no en un determinado momento sin sentirse obligado hacer algo que nos incomode. Saber como a tratado esa persona al resto de sus amigos o como se ha comportado en otras relaciones afectivas, puede ser un buen predictor de cual puede ser su futuro comportamiento en esta nueva relación. Todo esto no va a aclarar, necesariamente, si lo que se siente por la otra persona es amor, pero si falta la comunicación, es necesario parar y pensarse las cosas, para dar tiempo a que los sentimientos vayan adquiriendo forma.
El amor tiene múltiples formas de manifestación:
¥ En unos casos, se dan cambios bruscos e injustificados y de variable intensidad, pudiendo degenerar en un agotamiento progresivo.
¥ Otro es el que surge de una conquista fácil, con matices egocentristas y absorbentes que desencadena celos y exigencias
¥ Puede mostrase como un amor ansioso, dramático que se debate entre el sufrimiento y el frenesí, pasando continuamente de la alegría al miedo.
¥ El amor de los románticos se muestra triste, pausado y desanimado, aunque no haya drama lo crean.
¥ En las personas soberbias y absorbentes, el amor está teñido de vanidad, orgullo, celos y violencia.
¥ También, está el amor puramente físico basado en la relación sexual
¥ El amor entre compañeros o amigos que comparten las mismos inquietudes y en los que priva su obra sobre el hecho de amarse.
¥ Otras veces podemos ver los amantes explosivos que se pelean salvajemente y al tiempo se reconcilian apasionadamente.
¥ El amante narcisista está más interesado en la conquista que en el mantenimiento de la relación amorosa y continuamente va cambiando de pareja.
¥ El amor puede manifestarse impregnado de miedos y rencores, sin fortaleza pero pleno de deseos, siempre ve peligros y no goza de los beneficios.
¥ En otras ocasiones, el amor puede a veces ser tierno y sensible, pero también escrupuloso, temeroso e inquieto, complicando la convivencia e impidiendo la recíproca interacción.
Cada pareja crea su peculiar manera de amarse compuesta varios de los tipos aquí expuestos, creando una casi privativa forma de amarse.
El amor no es lo mismo que implicarse sexualmente o sentir atracción hacia alguien. El sentimiento o sensación de estar enamorado es, también, distinto de aquel que se tiene durante una relación continua de mucho tiempo. En una relación de amor, las personas se estimulan y apoyan el uno al otro para desarrollarse como individuos.
Al producirse la igualdad entre los sexos y el salto de la mujer hacia delante, ha dejado al hombre en una situación confusa. Y, junto con la defensa de la independencia personal, hacen crecer las cadencias afectivas. Resulta cada vez más difícil encontrar a la persona adecuada, obligando a recurrir a las agencias o a los medios de comunicación para lanzarse a una cita a ciegas.
Las relaciones sexuales, ahora que la mujer ha tomado conciencia de su protagonismo, se convierten en una lucha de poder. Los hombres que fundan su condición de tal en sus genitales, están preocupados por dar la talla o poder protagonizar hazañas eróticas, buscando recursos milagrosos.
Las personas no se comprometen porque se sienten en apariencia autosuficientes y para renunciar a esta idea, el otro tiene que merecer mucho la pena. Fruto de todo esto, están los que abandonan la familia para unirse a una nueva pareja mucho más joven que ellos; los casos de mujeres maltratadas; los romances por Internet; etc.
· LOS CELOS Y LA INFIDELIDAD

El temor al rechazo, a la pérdida de la persona querida, a ser humillado, superado o suplantado por otro, es muy humano, natural e innato. En general, las parejas que tienen una buena comunicación entre sí, aquellas que se sienten seguras en su relación y que se incluyen el uno al otro en sus fantasías y placeres, no son celosas.
Si hemos elegido una persona de gran talento y atractivo personal, es razonable suponer que otras personas se sientan atraídas y le admiren, igualmente y posiblemente le deseen sexualmente. Visto así, una posible reacción ante esta situación podría ser de elogio a la propia buena suerte y a nuestra buena elección.
La fidelidad no se mide desde los genitales, sino que depende de la confianza en la pareja, su compenetración y unidad. En todo caso, conviene evitar implicarse en cosas peligrosas o que podrían provocar rechazo o angustia. Las relaciones sexuales con otras personas pueden ser aceptadas o rechazadas por la pareja de mutuo acuerdo, siempre que no afecte o perjudique a las personas implicadas.
Aunque, el hecho de tener relaciones extrapareja, pueda implicar un mayor riesgo de vincularse afectivamente con otra persona; realmente, este riesgo siempre existe, independientemente de si se producen contactos sexuales o no, puesto que ninguno es exclusivo y los sentimientos pueden cambiar a lo largo del tiempo. Esto hay que aceptarlo como una realidad, que le puede suceder tanto a la pareja como a uno mismo. Pero, no por esto a de tomarse el asunto como un rechazo o una afrenta personal por parte del otro.
En muchas parejas la fidelidad implica una complementariedad absoluta, y queda excluida la relación con terceros. Pero, la relación con otros, no debería alterar la confianza y sinceridad con la pareja (haciéndole participe de los hechos). Evitar una situación de este tipo debe ser de mutuo acuerdo, nunca debe estar fundada en un derecho de propiedad.
Pese a las promesas de fidelidad que se hacen los enamorados, la mayoría termina sus vidas habiendo sido infiel alguna vez a su pareja. De hecho, en un estudio de 1940 en los Estados Unidos, de 1000 nacidos en hospitales, el 10% de los niños tenían grupos sanguíneos ausentes en ambos padres. Es decir, el padre era un tercero. Pero, hemos de considerar que el nivel de adulterios es mucho mayor, ya que no todas las relaciones extrapareja dan lugar a un embarazo. Actualmente en el 2000, en una encuesta a universitarios de Madrid, el 73,1% de las mujeres considera imprescindible la fidelidad, frente al 56,1% de los varones.
En los orígenes de la especie humana, los adultos obtenían los alimentos mediante la caza, actuando en grupos; y mientras los niños aprendían las tácticas de caza, eran alimentados por los padres; el tener que cuidar de los niños fortaleció los vínculos de la pareja, pues era más fácil que la cría sobreviviera si la pareja se mantenía unida.
Entre los mamíferos, mientras mayor es la diferencia de tamaño del macho respecto a la hembra, mayor es el tamaño del harén. Los machos y las hembras gibones son del mismo tamaño, y son monógamos. Los gorilas machos pesan el doble que las hembras, y tienen de tres a seis hembras. La foca elefante, con tres toneladas de peso dispone de 48 hembras.
En una especie monógama, cada macho puede tener una hembra, y no requieren de un tamaño mayor para imponerse a otros. Pero, cuando sólo unos cuantos machos pueden tener muchas hembras, acrecienta la competencia entre ellos. Esto contribuyo a que la especie evolucionará conforme a los rasgos de los más fuertes. Aunque, en algún momento de la evolución humana la inteligencia y personalidad empezaron a contar más que el tamaño.
Los machos y las hembras de las especies poligénicas suelen tener otras diferencias en las características sexuales secundarias, que también juegan un papel importante para atraer a las parejas y para dominar a los rivales.
Con respecto a los genitales, el peso de los testículos del hombre es de una media de 42 gramos, mientras que los de un gorila de 200 kgs. son de 35 gramos; sin embargo, los de un chimpancé de 45 kgs. pesan 115 gramos. Según la antropología, los machos de las especies que copulan con más frecuencia y los de especies muy promiscuas necesitan de testículos más grandes, ya que el macho que inyecta la mayor cantidad de semen tiene más posibilidades de fertilizar al óvulo. Los testículos tan pequeños del gorila se deben a que, el acto sexual es poco frecuente, ya que la gorila hembra no reinicia su actividad sexual hasta después de tres o cuatro años después de dar a luz, y sólo es receptiva por un par de días al mes. Mientras que el chimpancé masculino vive un continuo éxtasis sexual, tiene oportunidades diarias de copular y, por tanto, necesita unos testículos más grandes. A los hombres les basta con testículos regulares, porque copula con más frecuencia qué el gorila, pero menos que el chimpancé. Además, la hembra humana no suele obligar a varios machos a competir entre sí en su producción de semen para tener la seguridad de haberla fertilizado.
En cuanto al tamaño del pene, el del gorila, en estado erecto mide unos 4 cm., 8 cm. en el chimpancé y 15 cm. en el hombre. Su visibilidad también varía: en el gorila apenas se ve debido a su color negro, mientras que el pene rosado del chimpancé salta a la vista. El hecho de que el pene del hombre sea más largo y notorio, no esta claro. Una teoría popular considera que se desarrolló como un órgano de exhibición, como la cola del pavo real o la melena del león, para conquistar los favores femeninos.
La mayoría de los mamíferos están sexualmente inactivos la mayor parte del tiempo, copulan sólo cuando la hembra está en celo, cuando esta ovulando, en el período fértil. En los humanos es diferente, la receptividad de la mujer puede darse durante todo el año. Pero, mientras que los primates machos saben cuando la hembra está en periodo fértil, el macho humano no tiene la más remota idea sobre la fertilidad de las hembras que lo rodean.
La ovulación oculta de la mujer, su constante receptividad y sus breves periodos fértiles, ocasiona que en la mayoría de las copulaciones no tendrá lugar la fertilización. De haber conservado un adecuado ciclo de celo, al igual que otros mamíferos, nuestros antepasados hubieran podido destinar mucho más tiempo a la caza de animales y menos a la persecución de las hembras.
Según las teorías de Donald Symons un chimpancé masculino, que caza a un pequeño animal, compartirá habitualmente su presa con una hembra en celo. Esto hace pensar que las hembras humanas pudieron haber desarrollado la habilidad de mantener "un constante estado de celo" para asegurar que le proporcionarán alimento los cazadores masculinos.
El problema es determinar qué estrategia permite reproducirse mas: la fidelidad, la promiscuidad o una estrategia mixta. En el ser humano la mejor estrategia para el hombre no lo es para la mujer. Ya que, para el hombre, engendrar un niño requiere de muy poco tiempo y energía. Mientras que para las mujeres el mínimo esfuerzo consiste en copular + embarazo + lactancia.
Según las encuestas, los hombres son los más interesados en las relaciones extrapareja; los motivos de las mujeres están relacionados con la insatisfacción con su pareja o por la búsqueda de una nueva relación duradera; los hombres buscan relaciones extrapareja porque se aburren; estos, son menos selectivos para aceptar parejas casuales; las mujeres exigen más cualidades a su pareja: inteligencia, status, religión, raza, etc. Para el hombre el único patrón selectivo es en el atractivo físico.
El hombre que busca relaciones sexuales mixtas quiere tener relaciones con otras mujeres e impedir que otros hombres la tengan con la suya. Las leyes sobre el adulterio expresan claramente los sentimientos del hombre respecto a este tema, hasta hace poco sólo existían para asegurarle al hombre la paternidad de los hijos, no para defender a la mujer.
Para asegurar la paternidad masculina algunas culturas han llegado a realizar mutilaciones, llegando a amputar el clítoris y la mayoría de los órganos sexuales externos de una mujer. Se han impuesto cinturones de castidad y se ha llegado a coser los labios mayores de la vagina, impidiendo así la penetración. Estos métodos expuestos se practican, actualmente, en varios países, desde África hasta Oriente Medio e Indonesia. Y, además, cuando todo falla siempre se recurre al asesinato. Los celos sexuales son una de las causas mas frecuentes de homicidio. Normalmente el marido ofendido mata a su mujer o al amante.
El hombre ha aprendido a adaptarse a los ambientes cambiantes. Esta constante adaptación al cambio nos hace saciarnos fácilmente. Repetir la misma actividad y 
 las mismas respuestas, por un tiempo prolongado, produce estrés o cansancio emocional. La saciedad o el aburrimiento, es un factor decisivo para la infidelidad. La frecuencia de las relaciones sexuales disminuye más como consecuencia de la duración de la relación de pareja que por la edad.

martes, 8 de julio de 2008

Educación para la ciudadanía


CARTA A NUESTROS REPRESENTANTES POLÍTICOS

Estamos viviendo unos momentos especialmente inquietantes en relación a los problemas de convivencia e interacción entre las personas, que podemos observar en nuestro día a día, y no solo en los medios de comunicación, sino incluso a nuestro alrededor, en nuestro entorno más inmediato.
Y me estoy refiriendo a sucesos tan evidentes como las relaciones de género en la que los conflictos de pareja se resuelven con la violencia e incluso con la muerte de uno de los implicados.
Me estoy refiriendo al menosprecio y el rechazo de las gentes que tienen unas ideas o valores diferentes, por razón de orientación sexual, por razones del color de la piel o por razones culturales o simplemente por el mero hecho de ser de otras nacionalidades, hablar otras lenguas o profesar otras religiones.
También me estoy refiriendo al incremento del consumo de alcohol o drogas no solo entre adultos sino también en edades muy tempranas.
Además del incremento de la violencia generalizada en todos los ámbitos, como en los problemas de circulación viaria, en las que ante cualquier incidente se recurre a la violencia verbal y física, antes que a la negociación y el diálogo. A la violencia en la relación entre jóvenes y adultos o incluso entre padres e hijos. Al menosprecio y destrucción de los bienes públicos, por el mero placer de la conducta destructiva.
A la violencia y el acoso en las aulas, entre alumnos y de alumnos a profesores.
Son temas, en los que seguramente todos los partidos políticos, todas las confesiones religiosas, y en general cualquier persona, que con uno u otro matriz, coincidimos en que es algo evidente y observable y el cual nos inquieta.
Hemos podido comprobar que todos estos sucesos no se pueden paliar únicamente con medidas legales o policiales, pues a pesar de ellas siguen sucediéndose los casos de violencia, los casos de asesinatos, los casos de tráfico y consumo de estupefacientes y los problemas en las aulas.
Cada vez resulta más usual oír tanto en boca de los padres como de los profesionales de la educación que los niños no saben relacionarse, que no saben dialogar y que el único modo que tienen de comunicarse es a través de la agresividad con modos de actuar que la mayoría de las veces está fuera de control y con reacciones desproporcionadas.
Hemos oído muchas voces con unas u otras ideas y valores, que coinciden en la necesidad de medidas educativas, desde las mismas bases, desde las edades más tempranas. Yo mismo he oído en aulas de debate a niños de primaria afirmar con rotundidad que las mujeres son inferiores a los hombres, menospreciando a niños de otro color u otro país.
Por lo tanto, me resulta incomprensible que una materia tan necesaria como es la educación en valores, representada por la asignatura de Educación para la Ciudadanía, haya generado tanta controversia e incluso que se hayan puesto tantas dificultades, como para imponer que se imparta en Ingles o se supla por unos trabajos también en Ingles.
Pienso, que porque haya sido propuesta por un partido político que no es del agrado de muchos, no por ello vamos a perjudicar a nuestros hijos y en definitiva a nosotros mismos, condenándola al mas absoluto fracaso: Pues, ni se logrará mejorar en los conocimientos del idioma Ingles, ni se logrará que los alumnos aprendan a convivir y relacionarse; ni tan siquiera la opción de sustituirla por trabajos individuales es válida, ya que aprender a convivir implica y necesita la interacción entre los individuos, al igual como un cirujano no puede formarse únicamente con la teoría de los libros, sino que necesita de la visita y la práctica en quirófano. De esta misma manera, aprender a convivir se ha de conseguir con las participación activa y con dinámicas con los alumnos.
Quien quiera opinar sobre esta asignatura, es preciso que antes lea y conozca sus contenidos y los docentes o cargos públicos que quieran asegurarse se su utilidad que lean el libro del Dr. Manuel Segura Morales, el cual ha estado impartiendo un programa que tiene mucho que ver con esta materia.
El programa del Doctor en Filosofía y CC de la Educación. Manuel Segura Morales, pretende mejorar las relaciones interpersonales y en consecuencia, prevenir y servir de terapia para los problemas sociales. Como marco referencial se basa en la declaración de los Derechos Humanos. Partiendo de estos valores entrenaremos a los niños en habilidades cognitivas y sociales que luego podrán aplicar en resolución de problemas.
El Programa de Competencia social "Aprendo a relacionarme" intentará prevenir la falta de entrenamiento emocional que los niños a veces presentan, supliendo de modo intencionado y sistemático los vacíos que el currículo escolar de las diferentes áreas presentan. Porque aunque es cierto que el profesorado por lo general y de modo global y automático realiza tanto el modelado como verbalizaciones morales, se nota a faltar unas actividades regladas basadas en un programa sistemático y que les de sentido con una base teórica.
Se dice que hace falta una educación en valores y se echa la culpa de los males que existen en la convivencia tanto dentro como fuera de las aulas a diversos factores, unas veces es la institución escolar, otras veces son las familias desestructuradas, otras los medios de comunicación, otras la sociedad consumista.... Colegio o Instituto y familia trabajando todos en esta misma dirección que ofrece el Programa facilitará una convivencia positiva tanto dentro como fuera del recinto escolar.
Existe constancia de que este tipo de programas han conseguido mejoras en conductas pro sociales, en perseverancia ante el trabajo y en la capacidad de pensar (Bandura,Friedrich y Stein, Mauel Segura).
Por todo lo expuesto, ruego a los representantes públicos que se muestras opuestos a esta materia, que tomen en consideración estas palabras, que recapaciten y piensen como puede beneficiar a nuestro bienestar social, y que independientemente de la opinión que nos merezca aquellos que la han propuesto, que actúen pensando sobre todo en nuestros niños y jóvenes, pues ellos son el futuro de nuestra sociedad.
Vicente Gascón García
Psicólogo - Sexólogo
http://www.espaiterapeutic.es/