viernes, 7 de marzo de 2014
VISUALIZACIÓN ROMÁNTICA
En
un momento de tranquilidad que no te pueda molestar nadie y cómodamente
situado, piensa en una escena romántica, crea una agradable fantasía en la que
aparezca una persona o personas del otro sexo. Una vez te hayas relajado,
desarrolla esa idea convirtiéndola en una apetecible fantasía. Cierra los ojos
y vive con real esa situación imaginaria sin complejos e ilimitada.
Vivénciala
sin ningún tipo de censura, que te resulte agradable, apetecible, sin trabas
morales. Fantasea con lugares y situaciones exóticas, con personas ajeas a tu
vida cotidiana más desenvueltas y sensuales.
Visualiza
el espacio, el lugar que mejor te inspire esa sensación romántica y sensual.
Puede ser una playa, en la montaña, en
medio de un bosque o un prado, en un lujoso hotel, en un país extranjero o tal
vez en un planeta fantástico. Selecciona cuidadosamente la escena con todo lujo
de detalles, colores, olores, sensaciones, sonidos e incluso sabores, todo lo
que pueda dar lugar a sentirlo como algo real. Te puede ayudar el acompañarte
de una música relacionada con tu fantasía, y, más aún, puede esparcir aromas u
otros elementos que faciliten a tus sentidos asociarse con esa fantasía
En
medio de ese ambiente, encuentra a la persona con la que te gustaría vivir unos
momentos de mayor intimidad. Entabla una relación cercana e intima con esa
persona, siente el contacto físico, siente sobre tu piel sus caricias, siente
en tus dedos el contacto con su cálida piel. Imagina acariciarle las zonas más
atrayentes y sensuales de su cuerpo… y disfruta al máximo de ese excitante
momento.
Cuando
decidas abandonar la visualización, haz algunas respiraciones profundas a la
vez que poco a poco vas tomando consciencia del momento actual y des espacio
físico donde te encuentras. Luego ve moviéndote lentamente y abriendo los ojos,
sabiéndote seguro de que puedes volver a evocar esa grata vivencia.
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