Consulta de psicología y sexología

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viernes, 7 de marzo de 2014

ANATOMÍA SEXUAL

Primeramente cada uno ha de realizar esta actividad en solitario, posteriormente os podréis explorar y mostrar el cuerpo el uno al otro.
Para la mujer:
Haz este ejercicio individual inicialmente y después comparte la experiencia y tus hallazgos con tu pareja. Busca una posición cómoda, sentada, con buena luz; puedes utilizar almohadas o cojines para apoyarte. Necesitarás un espejo para observar tus genitales, de preferencia uno que te permita mantener las manos libres. Puedes incluso utilizar una cámara para sacarte fotos.
Explora tu vagina con interés. Para identificar las distintas partes: clítoris, labios, uretra, así como tu perineo y ano, retira hacia los lados tus labios externos y mira hacia dentro; préstales atención a tus labios internos, fíjate en su tamaño y su forma, en sus distintos colores y texturas, así como dónde están húmedos y secos.
Examina tu clítoris y el capuchón que lo protege. Prueba a mover este capuchón hacia arriba y hacia abajo siguiendo el cuerpo del clítoris. Observa su color, su forma y tamaño. Tócalo y acarícialo, explorando la variedad de sensaciones producidas. Coloca un dedo a cada lado del cuerpo de tu clítoris y muévelos hacia atrás y hacia delante. Fíjate si tu clítoris se hincha y cambia de color con la estimulación.
Abre tus labios con los dedos y explora el interior de tu vagina. Haz esto primero cuando no estés excitada y vuélvelo a hacer cuando si lo estés. Respira profundamente una cuantas veces para relajarte y oprime suavemente el interior de tu vagina, moviendo tus dedos en círculos y notando las distintas sensaciones y sentimientos que te provocas. Siente dónde es suave y dónde sientes arrugas. Contrae tus músculos pélvicos y siente el apretón en tu dedo o dedos.
Si comienzas a excitarte, fíjate en cómo tu vagina se hincha y humedece por el placer. Luego, retira tu dedo o dedos y observa la humedad. Observa si tiene algún color o textura en particular. Comprueba como huele y a qué sabe. Todo esto varía bastante en cada mujer, de un día a otro y en distintos momentos del ciclo menstrual. Familiarízate con la apariencia, el olor y el sabor de tu vagina, aprende amar y apreciar la totalidad de tu ser.
En resumen, podemos decir que hay una amplia gama de diferencias individuales en los genitales externos femeninos en cuanto a aspecto, tamaño, forma, color, textura, distribución del vello púbico, aspecto del clítoris, abertura genital e himen.
·                   La vulva, este nombre significa cubierta o envoltura, es la manifestación externa de los genitales femeninos y en esta podemos distinguir las siguientes partes:
·                   El monte de Venus: Situado sobre el pubis, está formado por tejido adiposo cubierto por piel y vello púbico. Es una zona rica en terminaciones nerviosas.  Por lo que su estimulación genera excitación sexual.
·                   Labios externos o mayores: Son pliegues de la piel, rodeados de vello púbico. En ellos hay glándulas sudoríferas, sebáceas y terminaciones nerviosas.
·                   Labios internos o menores: Estos son curvilíneos. Su piel no es vellosa, pero tiene una sensibilidad especial. Se juntan justo por encima del clítoris.
·                   La vagina: Es un órgano muscular interno, con una longitud de unos 7,5 cm. Sus paredes contactan si no hay excitación sexual, cambia de forma y tamaño (se contrae o expande). El interior de la vagina, está revestido por una mucosa, que con abundantes vasos sanguíneos, causa la lubricación vaginal. Los 2/3 internos son relativamente insensibles al tacto y al dolor, mientras que el 1/3 externo es sensible a la estimulación sexual.
·                   Encima de la abertura se halla la uretra que lleva a la vejiga. En la base del conducto uretral, se sitúan las glándulas de Bartolino.
·                   El clítoris: Es quizás la parte más sensible de la mujer. Se sitúa justo por debajo del punto de unión de los labios menores. Sólo es visible su cabeza o glándula clitorídea (glande del clítoris). Más arriba se encuentra el eje o cuerpo clitorídeo. Todo protegido por el capuchón. Su función es la de concentrar el placer erótico. Al estimularle, el flujo de sangre lo agranda. El clítoris continúa formando dos partes semejantes a dos piernas que se extienden por la parte inferior de los huesos púbicos a ambos lados del conducto vaginal.
·                   El perineo: Es una región de la piel exenta de vello, que se extiende desde la parte inferior de los labios hasta el ano. Es también sensible y produce igualmente placer sexual. Al presionar el perineo o contraer los músculos de éste, ayuda a transformar el orgasmo en energía implosiva que se impulsa de nuevo en dirección ascendente a través de la flauta interna.
·                   El himen: Se trata de una fina membrana que cubre la apertura vaginal, se desconoce su función biológica, quizás sirva en un principio para proteger el interior de la vagina de sustancias nocivas como podrían ser las heces infantiles. Tiene una o varias perforaciones para la salida menstrual. Es de diversas formas, tamaños y grosores anular, tabicado, cribiforme. Aunque hay niñas que nacen sin himen o puede perforarse o estirarse con el ejercicio físico, los dedos u objetos. Sin embargo, en otros casos, no siempre con el coito se rasga el himen, a veces solo lo estira.
·                   El Útero: Que puede tener diversas ubicaciones respecto al conducto vaginal.  En éste podemos apreciar dos zonas:
·                   El cervix (cuello uterino): Es la base del útero y penetra en la vagina. A través del atrio cervical pasan el esperma y el flujo menstrual. El canal endocervical contiene múltiples glándulas que segregan el moco cervical (en la ovulación son acuosas). Carece de terminaciones nerviosas, por lo que no produce placer sexual.
·                   El útero (matriz): Es un órgano muscular que forma una cavidad. Compuesto de 3 capas: Endometrio (interna, donde anida el óvulo), miometrio (media, de tejido muscular), y Perimetrio. Sus paredes se contraen y dilatan durante los orgasmos profundos.
·                   Las trompas de Falopio (oviductos): Arrancan de los lados de la parte superior del útero, tiene unos 10 cm. de largo. En sus extremos están las fimbrias, que recogen los óvulos expulsados por los ovarios contiguos.
·                   Los ovarios: Son las gónadas femeninas y están situadas a cada lado del útero, su tamaño es el de una almendra sin cáscara.  Sus funciones son la producción de estrógenos y progesterona, la maduración y expulsión de los óvulos. Una niña recién nacida acumula unos 400.000 óvulos, y posteriormente no se forman otros nuevos. Durante el ciclo menstrual un óvulo inmaduro se divide en cuatro células (por meiosis), de estas sólo una madura y se convierte en óvulo. El óvulo es casi invisible, y solo se libera uno en cada ciclo (ovulación). Tras la expulsión del óvulo, las células granulosas forman el cuerpo lúteo, que produce hormonas.
·                   El punto G
En 1950 Gragenberg describe el “punto G” de gran sensibilidad erótica (situado en el 1/3 externo de la pared frontal). Sin embargo, parece que este punto no se localiza fácilmente en todas las mujeres. Pueden notarse rozando suavemente con un dedo la parte superior de la abertura de la vagina. Se nota una especie de surco, mientras que las paredes de la vagina son lisas, estas zona es la conocida como punto G.
En la postura que habitualmente más se adopta en el coito en el mundo occidental, con la mujer tendida boca arriba, la penetración del pene no llega a la parte uretral de la vagina, a menos que el ángulo del miembro erguido sea muy acusado o que las piernas de la mujer se coloquen sobre los hombros del varón. En el hombre, originalmente cuadrúpedo, la posición normal para el coito debería ser en la que el pene penetra la vagina por detrás.
Cuando se estimula adecuadamente, el punto de Gräfenberg se dilata y da lugar al orgasmo en muchas mujeres; a veces se pueden experimentar toda una serie de orgasmos e incluso producir una "eyaculación". Resulta más difícil estimularlo adecuadamente cuando la mujer se tiende boca arriba, otras posiciones pueden dar mejores resultados.
Para el hombre:
El pene no tiene huesos ni músculos. Es un órgano externo formado básicamente por 3 cilindros paralelos, envueltos en gruesas capas membranosas. Tiene 2 cuerpos cavernosos y un cuerpo esponjoso, que envuelve la uretra, conducto por donde pasa el semen y la orina, y que se abre al exterior a través del meato uretral. Los tres cuerpos se rellenan de sangre durante la excitación sexual provocando la erección del pene. Tiene numerosos vasos sanguíneos y múltiples nervios, por lo que posee una gran sensibilidad.
·                   El glande o cabeza del pene está constituido por tejido esponjoso enteramente y está recubierto por el prepucio (piel retráctil). Tanto el glande como la corona o el frenillo, son zonas especialmente sensibles, e incluso molestas por estimulación directa. La circuncisión es la extirpación quirúrgica del prepucio, que deja el glande al descubierto, puede resultar una medida higiénica; aunque, efectuar o no la circuncisión es irrelevante para la función sexual.
·                   El escroto: Es una bolsa muscular que cuelga debajo del pene y que alberga los testículos. El hecho de que esté en suspensión, tiene la finalidad de mantener los testículos a dos grados por debajo de la temperatura corporal, lo cual facilita la fertilidad de los espermatozoides. El saco escrotal tiene una capa de fibras musculares que se contraen por estimulación sexual, ejercicio físico, frío. En caso de calor, el escroto y los testículos descienden.
·                   Los testículos: Son las gónadas del varón y están formados por un par de bolas que suelen albergarse en el escroto. Son muy sensibles al tacto y a la presión. Tiene dos funciones: Producir hormonas, las células de Leydig segregan testosterona. Y, producir espermatozoides, en los túbulos seminíferos. El varón produce espermatozoides desde la pubertad ininterrumpidamente.
·                   Los epidídimos y vasos deferentes, los espermatozoides que se forman en los túbulos seminíferos, vierten en el epidídimo, donde maduran durante varias semanas, desde donde pasan al conducto deferente. La vasectomía es la sección de ambos conductos deferentes.
·                   La próstata y órganos auxiliares, tiene el tamaño de una castaña. Está localizada debajo de la vejiga, rodeando la uretra. Segrega el 30% del flujo seminal (El 70% restante procede de las vesículas seminales, que mediante los conductos eyaculadores desembocan en la uretra prostática). Una eyaculación (3 a 5 ml.) contiene de 120 a 600 millones de espermatozoides.
Cuando te excitas, tu próstata crece un poco de manera natural. Para ayudar a controlar la eyaculación y aliviar la presión de tu próstata, practica la contracción del músculo PC antes y después de autosatisfacerte o de hacer el amor. También puedes masajear el perineo, testículos y hueso caudal para ayudar a aliviar la presión y dispersar la energía sexual acumulada cuando se practica la retención eyaculatoria.
Durante la eyaculación, los músculos que circundan la próstata, se contraen, impulsan el semen hacia la uretra y el pene. Al igual que el punto G en la mujer, en el hombre la próstata es un punto altamente sensible a la estimulación erótico-sexual, sobre todo cuando el pene está en erección y próximo al orgasmo. Este tipo de estimulación puede desempeñar un papel clave al ampliar la capacidad masculina para experimentar el placer sexual.
·                   Se llama cuerpo perineal a una compleja estruc­tura situada entre el ano y el órgano sexual, forma­da por cuatro partes interrelacionadas, conocidas como el músculo bulbocavernoso (al frente), el músculo externo del esfínter del ano (detrás) y los dos músculos perineales su­perficiales (a los lados). El primero de éstos expul­sa las últimas gotas de orina y sirve como músculo accesorio para la erección del pene, contribuyen­do a eyacular el semen. En la mujer, el mismo músculo contrae el orificio vaginal.
·                   El nervio pudendox es la principal conexión ner­viosa con los músculos del cuerpo perineal. El control de este nervio da un absoluto dominio sobre la erección y la eyaculación en el hombre y sobre las contracciones de la vagina en la mujer.
·                   En la próstata del hombre están situadas las vesículas seminales a veces denominadas «bolsas ciegas» o cavidades prostáticas. Cada una de ellas tiene el tamaño y la forma de un dedo meñique. Las vesículas seminales se dirigen hacia atrás y hacia arriba, entrando en la próstata. En esta zona se encuentra el conducto eya­culatorio, que se inicia en la región de la próstata y que se adosa al recto.
·                   El fluido seminal es de color blancuzco, amarillento o gris. Es viscoso y pegadizo. Está compuesto de: Agua, mucus y numerosas substancias químicas (fructosa, excipientes y prostaglandinas).
·                   A cada lado de la uretra, justo por debajo de la vejiga, se localizan las glándulas de Cowper (de tamaño de un guisante). Durante la fase de excitación, pero antes de la eyaculación, las glándulas de Cowper segregan unas gotitas de fluido que pueden contener un reducido número de espermatozoides, lo que explica que el coitus interruptus no sea nada seguro.
·                   Los genitales están sujetos a la base pélvica por medio de una serie de músculos que realzan la respuesta sexual: los isquiocavernosos, los bulvoesponjosos, los músculos del perineo y el músculo PC. A ello se deben los movimientos involuntarios de la pelvis al hacer el amor. El orgasmo masculino empieza con la placentera contracción de estos músculos.

·                   Los pechos: Tienen pezón y areola, pero muy poco tejido glandular o relleno adiposo subyacente. También, su sensibilidad es inferior a la de los de la mujer.

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