Consulta de psicología y sexología

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viernes, 7 de marzo de 2014

RELAJACIÓN PARA REDUCIR EL ESTRÉS SEXUAL

También la tensión debida a la ansiedad anticipatoria a la situación sexual creada por las expectativas y miedos, provocan la urgencia por obtener resultados positivos, pero que causa que estos se queden fuera del alcance la persona que lo padece y desencadenar el problema temido. Para estos casos, proponemos también unos ejercicios de relajación para reducir el estrés a la ejecución sexual y proporcionar expectativas de éxito, o en caso de que este no se produjera que no se viva como un fracaso, sino como un paso más en el avance hacia el éxito.
Independientemente de que se logre paliar el problema o no desde el primer intento, lo que si se consigue el experimentar la sensación de un alivio agradable para cualquiera de los participantes. Pero se ha de tener en cuenta, que estos ejercicios hay que realizarlos, primero en situaciones no sexuales hasta que el procedimiento de relajación se pueda realizar de forma natural, y entonces para a situaciones previas a la actividad sexual. En uno y otro caso has de ser contante y seguir los consejos en cuanto al número de veces y la duración propuesta. Así mismo en algunos casos, se recomienda no ir más allá de estos ejercicios y no pretender avanzar hasta la relación sexual o incluso a pasar al contacto físico, hasta que lleguemos al momento oportuno:
Cierra los ojos y relájate… Inspira profundamente… mantén el aire…, expulsa el aíre lentamente mientras sientes como tu cuerpo se hace más ligero… Deja que la tensión salga de tu cuerpo.
Sigue relajándote todo lo posible, más y más… Deja tus preocupaciones de lado, sigue respirando de manera regular y profunda (sin hacer esfuerzo) … regular y profunda, sin ningún esfuerzo….
Siente tu brazo y mano derecha, mientras piensas “mi brazo derecho se siente pesado y caliente… mi brazo derecho se siente pesado y caliente”… Repite mentalmente: “mi brazo derecho se siente pesado y caliente”…
Ahora contacta mentalmente con el brazo y mano izquierda, y di mentalmente: “mi brazo izquierdo se siente pesado y caliente… mi brazo izquierdo se siente pesado y caliente”…
Ahora fíjate en ambos brazos a la vez, y di mentalmente: “mis brazos se sienten pesados y calientes… mis brazos se sienten pesados y calientes…” “el calor penetra en mis manos”……
Continúa con las piernas. Mientras contactas mentalmente con tus piernas, repite para ti: “Mis piernas se sienten pesadas y calientes… Mis piernas se sienten pesadas y calientes Mis piernas se sienten pesadas y calientes”…
Ahora conjuntamente, brazos y piernas: “Mis brazos y mis piernas se sienten pesadas y calientes… Mis brazos y mis piernas se sienten pesadas y calientes”…
Céntrate en los músculos de la cara. Asegúrate que las mandíbulas están relajadas y di para ti mismo: “los músculos faciales están relajados… los músculos faciales están relajados”…
Dirige tu atención a los músculos de los hombros. Relaja la tensión de estos músculos y de los músculos del cuello; y repite “el cuello está relajado… el cuello está relajado”….
Mientras te vas relujando cada vez más, repite: “los brazos y las piernas están pesados y calientes”… “Los músculos de la cara están relajados”… “el cuello está relajado”… “los brazos y las piernas están pesados y calientes”… “Los músculos de la cara están relajados”… “el cuello está relajado”…
Mantén este estado de calma, aunque tendrás que imaginar unas situaciones que suelen se par ti estresantes o angustiosas. Visualízalas tan vivamente como te sea posible, insiste hasta que la visualización sea lo más clara posible. Aunque hayas de visualizar una situación estresante y angustiosa par ti, asegúrate de que te sientes seguro, con confianza en ti mismo mientras te expones y te enfrentas a las situaciones imaginadas. En las visualizaciones te ves tranquilo y seguro. Pero si en algún momento te sientes ansioso o incómodo, abandona la imagen y centra tu atención en relajar el cuerpo…
Ahora empieza s visualizar una situación sexual que normalmente te provoca inapetencia, rechazo, miedo o tensión, y mientras profundizas en esta situación, mantén un estado relajado y una actitud de confianza en ti mismo, como si fuese algo externo a ti, como tu estuvieses contemplando una película…
Haz desaparecer de tu imaginación esa situación, y empieza a relajarte de nuevo. Piensa: “Los brazos y las piernas están pesados y calientes”… “Me siento calmado”… “me siento calmado”…
Vuelve a visualizar de nuevo la situación sexual en la que mantienes contacto físico con otra persona. Visualiza la situación que te suele provocar una reacción negativa, pero ahora te ves a ti mismo, relajado con el contacto sexual, calmado si preocupación… Visualiza la situación ahora, tu estás calmado, tranquilo”…
Borra la imagen de tu mente, y vuelve a concentrarte en tu relajación: “Mis brazos y piernas están pesado y caliente”… “Me siento calmado”… Con cada expiración, repite: “Me siento calmado… me siento calmado”….
Empieza con otra visualización. Ahora, has de mantener la imagen aunque te produzca tensión o ansiedad. Acepta la reacción, cualquiera que sea, no cambies nada, simplemente acepta la visualización con tranquilidad, Visualiza la escena sexual y mantén la tranquilidad aunque en la visualización veas frustrado tu intento de realizar el acto sexual. Imagínate con la otra persona, en una situación sexual, y al mismo tiempo imagina que tu deseo sexual no se cumple, ya sea por no tener una erección (hombre), por no dilatarte para permitir la penetración (mujer), por no llegar al orgasmo o por evitar la eyaculación precoz. Mientras visualizas la situación sexual con frustración, mantén un estado relajado, de calma y tranquilidad hacia la frustración de no poder realizar el deseo sexual en ese momento. Conjuntamente con la escena mantén el estado de relajación, y siéntete con una actitud de aceptación. Y sobre todo, acéptate a ti mismo como persona con tu propio valor independientemente de tu actitud sexual. Tu valor como persona no tiene nada que ver con se has o no has tenido relaciones sexuales completas…. Empieza a visualizar ahora la situación…
Borra la imagen de tu mente, y vuelve a concentrarte en relajar los brazos, las piernas, el cuello y la cara. Con la respiración pausada, asegúrate que todas las partes de tu cuerpo están bastante relajadas, mientras vuelve a repetir con cada espiración: “me siento calmado, me siento calmado”….
Vuelve a la visualización, y continúa con la escena, aunque te cause incomodidad. Quédate en la escena, y acepta tu reacción, sea cual sea, acepta la escena con tolerancia y aceptación. Visualiza la situación en la que ves frustrado tu intento de mantener relaciones completas, y procura aceptar incondicionalmente esta situación. Visualízalas con aceptación y tolerancia, y reafirma tu valor aparte de tu actuación sexual. Tú tienes tu valor intacto como persona, tengas o no relaciones sexuales. Acéptate, y acepta con serenidad la frustración que puede acompañar el deseo no realizado. Pero no dramatices el incidente. Acéptalo con tolerancia y aprovecha lo agradable que puede ser estar sexualmente acompañado de otra persona aunque no haya relaciones completas en ese momento…. Empieza la visualización…
Borra de nuevo la imagen de tu mente, y concéntrate en la relajación de tu cuerpo. Busca cualquier tensión que pueda quedar en tu cuerpo, y hazla salir con la expiración y repitiendo mentalmente la frase: “me siento calmado”…
Vuelve a la visualización. Esta vez contémplate calmado y tranquilo, tolerante y paciente. Contémplate enfrentándote con las frustraciones de con paciencia y serenidad. Contémplate superando aquellos momentos de frustración, aprovechando los momentos de placer y éxito. Contémplate progresando hacia la meta de disfrutar de relaciones sexuales mejoradas. Contémplate progresando gracias a tu nueva actitud de aceptación como persona, aunque el resultado sexual no sea lo mejor posible. Con tu paciencia, tolerancia y aceptación progresarás, triunfando sobre el estancamiento que hasta ahora vivías de tu disfunción sexual… Empieza ya con esta visualización….
Deja las visualizaciones. Concéntrate en la relajación, aparta las escenas de tu mente, y haz que tu respiración sea rítmica y pausada…. Deja a tu cuerpo en una profunda relajación. Busca cualquier tensión que pueda haber en tu cuerpo y déjala salir con tu espiración. Toma aire y siente como con él entra la clama. Con cada espiración, repite par ti mismo: “me siento calmado. Me siento calmado”…
Posteriormente, cuando hayas logrado visualizarte con tolerancia y aceptación ante situaciones sexuales tensas o frustrante, puedes trasladar estos resultados a la vida real, sintiéndote ante una situación sexual con más confianza, con un mayor dominio de tu sexualidad.

Estas acabando la relajación, si te sientes muy a gusto, puedes permanecer más rato en esta posición. Cuando desees acabar, abre los ojos, y mantente en la misma posición durante unos minutos antes de volver a tus actividades cotidianas. 

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