El orgasmo prematuro también se denomina eyaculación
precoz, consiste en que el hombre eyacula antes de que él quiera y ante una
estimulación sexual mínima. Se considera el orgasmo prematuro como un problema,
cuando una persona tiene, habitualmente, orgasmos apenas ha iniciado el
contacto sexual con su pareja habitual.
Este fenómeno ocurrir a personas jóvenes, ya sea por
inexperiencia, por nerviosismo, porque
los niveles de tensión suelen ser mayores en las primeras relaciones, o
también, cuando se mantiene por primera vez una relación sexual con una persona
concreta.
El querer controlar la situación en lugar de
relajarse y despreocuparse es la principal causa del mantenimiento de este
problema. La obsesión por conseguirlo puede tener consecuencias
contraproducentes.
A continuación tienen algunos consejos para paliar este
problema, pero no te precipites a realizarlos, de momento sólo aprende el
procedimiento y luego aplicarlos cuando los ejercicios que te propongo en este
libro los requieran. Ya que es necesario, especialmente para tu problema, según
la progresión en la que los he expuesto, pues el mayor obstáculo para conseguir
resultados positivos en los hombres con eyaculación precoz, es precisamente su
ansiedad por resolver el problema lo antes posible. Esta conducta, de conseguir
resultados inmediatos en cualquier aspecto de la vida personal y laboral, es lo
que también provoca la eyaculación precoz: “resultados inmediatos”.
Métodos como el de pensar en otra cosa, utilizar
varios preservativos superpuestos con el fin de disminuir la sensibilidad o
beber alcohol han sido utilizados en muchas ocasiones, pero los resultados no
suelen ser satisfactorios. Por otra parte, los hombres jóvenes encuentran un
método eficaz en eyacular la primera vez rápidamente y proceder de nuevo al
coito, ya que durarán más. Un método que con la edad va perdiendo eficacia.
Helen Kaplan ha publicado un libro llamado
“Eyaculación precoz” en el que ofrece dos métodos para combatir este problema:
Método del apretón del pene. Consiste en apretar con fuerza el pene cuando se
acerca la eyaculación. La sensación de dolor evitará que ésta se produzca. Y,
método de la estimulación parada-arranque. Se trata de estimular el pene de
forma manual o a través del coito hasta que se crea que se va a producir la
eyaculación. En ese momento se le pide a la pareja que cese. Es necesario
repetir esta operación varias veces, pero sin dejar que pase demasiado tiempo
entre una y otra.
Independientemente del recurso o técnica a utilizar,
en primer lugar, es esencial no hacer del problema un drama, ya que la obsesión
con el tema, sólo consigue agravar la situación. Procurar no pensar en las
anteriores relaciones sexuales fallidas por esta causa. No culpabilizarse, ni
reprocharse nada. Tener un orgasmo prematuro no significa que la persona sea
menos masculina.
Cuando se ve que la eyaculación va a ser inminente,
puede ser útil ralentizar los movimientos, abandonar por unos momentos la
actividad sexual y presionar con los dedos la punta del glande hasta que baje
el nivel de excitación.
Especialmente, durante los ejercicios de
autoplacer has de evitar la eyaculación. Para conseguirlo, cuando te acerques
al punto sin retorno, permanece completamente inmóvil y relaja los músculos
anales y genitales a la vez que presionas la parte superior del paladar con la
lengua, mientras relajas la mente y sosiegas la respiración. Esta presión
aporta una sensación de afianzamiento y puede retardar la eyaculación.
Antes de empezar una sesión de
autoplacer, realiza unas treinta contracciones del PC. La contracción de los
músculos anales posee un efecto de bombeo y masaje sobre la próstata. Este
masaje preventivo fortalecerá la glándula y aplazará el comienzo del espasmo
eyaculatorio durante la autoestimulación.
Antes de alcanzar el punto sin retorno,
presiona profunda y firmemente el perineo, situado entre el escroto y el ano.
Al encontrar el punto preciso, notaras muy poca resistencia o prácticamente
ninguna, ya que hay una pequeña muesca. Si presionas exactamente sobre el
perineo inmediatamente antes de eyacular, evitas la emisión del semen en la
uretra. No presiones demasiado cerca del escroto o del ano porque perderás todo
lo positivo del ejercicio. Puedes presionar el perineo desde delante o
alcanzarlo por detrás, por los glúteos. La presión debe ser fuerte.
Haciendo esto puedes experimentar las
sensaciones placenteras del bombeo de la próstata que se da en el orgasmo
normal, y a la vez evitas la emisión de semen que lo suele acompañar. De esta
forma un hombre puede experimentar múltiples orgasmos. A cada orgasmo no le
sigue un periodo refractario, por ello la erección se mantiene. Pero si por
casualidad tienes el orgasmo eyaculatorio, tenlo, disfruta de él y al cabo de
unos minutos reemprende la estimulación.
Al acariciarte los genitales, evita caer
en la rutina de lo cotidiano. No reduzcas el autoplacer a un hábito, ni cuando
te hayas convertido en un experto. Experimenta nuevas formas. En cambio si la
sensación es demasiado intensa, reduce la estimulación, frena e intensifica la
respiración, para extender la intensidad por todo el cuerpo.
También ayuda a solucionar el problema
realizar contracciones del músculo PC, respirando de manera rápida y
superficial, o inhalando profundamente y sosteniendo el aliento durante algunos
segundos.
El
hombre multiorgásmico
Cuando hayas conseguido concienciarte de
lo que ocurre en tu interior, podrás comenzar a controlar la eyaculación
utilizando el músculo PC y respirando lenta y profundamente. Éstas son las dos
técnicas más importantes para llegar a ser multiorgásmico. Comienza a practicar
mediante la masturbación, ya que te permitirá concentrarte en ti mismo sin
tener que pensar en la excitación de tu pareja.
Orina siempre antes de darte placer a ti
mismo o de hacer el amor. La vejiga llena te hará sentir la necesidad de
eyacular y te será más difícil contenerte. Utiliza un lubricante para aumentar
tus sensaciones; prueba con tu propia saliva, o utiliza aceite de almendras o
de oliva.
Emplea unos veinte minutos,
aproximadamente, según tu humor y el momento, para acercarte al orgasmo por lo
menos tres veces. Observa lo que sucede en tu cuerpo a medida que te acercas al
orgasmo. ¿Cómo se encuentra tu respiración? ¿Estás conteniendo el aliento? ¿Qué
músculos estas tensando? ¿Aumenta tu ritmo cardíaco? ¿Tu boca está abierta o
cerrada? Presta atención a la tendencia que te lleva a apresurarte a llegar al
clímax... relájate e intenta resistirla.
Cuando llegues a ser capaz de alcanzar
la cumbre sin eyacular, detente y disfruta las sensaciones. Puede ser que te
sientas en paz, o cargado de energía, o ambas cosas. Toma conciencia de cómo la
energía sexual se manifiesta en tu cuerpo, quizá como una sensación de
cosquilleo o picor que se eleva a partir de los genitales. Este
autoconocimiento es el inicio de la transformación de los orgasmos genitales en
orgasmos del cuerpo entero.
Ten paciencia, pues es posible que te
hagan falta varias sesiones antes de que logres controlar el orgasmo
eyaculatorio. Si has logrado contener con éxito la eyaculación, puede que
sientas un aumento de la presión en el área de los genitales. Esto es resultado
del aumento en el flujo sanguíneo y la energía sexual. Si la presión resulta
incómoda, simplemente eyacula, o respira profundamente y masajea con suavidad
tu perineo, tu próstata y tus testículos.
Ejercicios
del músculo pc
Este es el músculo que utilizas para
evitar orinar, o para sacar las últimas gotas de orina. Lo puedes sentir detrás
de tus testículos y frente a tu ano en el perineo. Si fortaleces este músculo
tendrás erecciones más poderosas, orgasmos más fuertes y un mejor control
eyaculatorio.
Si tienes un músculo PC relativamente
fuerte serás capaz de detener y soltar el flujo de orina. Si no, practica
apretando este músculo. Comienza gradualmente. Apretar y relajar el músculo se
hace en cualquier lugar, mientras conduces o miras la televisión, y en
cualquier posición sentado, de pie o acostado. Practica utilizando también tu
respiración; inhala contrayendo el músculo y exhala relajándolo.
Control
de la respiración
Aprender a controlar la respiración es
el primer paso para volverte multiorgásmico. La respiración está conectada con
la frecuencia cardiaca: cuando respiras rápidamente tu frecuencia cardiaca
aumenta y cuando respiras lentamente ésta disminuye. Cuando estás cerca de
eyacular, la capacidad de respirar profundamente y aumentar tu ritmo cardíaco
resulta esencial. Si haces más lenta tu
respiración, serás capaz de controlar tu nivel de excitación y de experimentar
orgasmos sin eyacular.
Mantener
el orgasmo
Durante la relación sexual, exhala
lentamente al empujar e inhala lentamente al salir. Al hacer esto de forma
relajada se crea un ritmo estable que aumenta el placer, te ayuda a relajarte y
evita la eyaculación precoz.
A medida que te acerques a la
eyaculación, empuja y sal más lentamente. Al salir, inhala y aprieta el ano,
esto provoca que la cabeza de tu pene se agrande. Al mover hacia fuera el pene
agrandado de esta manera, masajearás las paredes de la vagina de tu pareja,
proporcionándole un placer indescriptible. Al empujar relájate y exhala. Esta
técnica te permite mantener un nivel
orgásmico sin eyacular durante el tiempo que desees, uniendo tu mente y tu
cuerpo para crear una explosión erótica de energía y placer sexuales.
La
parte de tu pareja
El éxito de todas estas técnicas depende
de que tu pareja te ayude a ganar control sobre tu eyaculación. Ambos tenéis que
reconocer las señales de vuestra excitación: rápido aumento del ritmo cardíaco,
respiración más rápida, tensión muscular y quizá tensión en las mandíbulas.
Cuando alcances un nivel de excitación
alto, cercano a la eyaculación, tu pareja te ha de animar a que hagas
movimientos poco profundos y lentos. Esto aumentará su estimulación, mientas
que la tuya disminuye. Puedes salir por completo y descansar unos momentos
antes de continuar. A medida que tu pareja sienta aumentar tu nivel de
excitación necesitará que cambies tu ritmo y fuerza de empuje. Te invitará a
que te relajes y ayudarte a mantener el control mientras que tú respiras
profundamente y practicas las contracciones musculares de tus músculos anales y
PC.
Movimientos
amorosos
El sexo ha de ser como una danza de hermosa
coreografía. Si tu pene siempre entra y sale de su vagina de la misma forma,
resultará fácil que vuestra sexualidad se vulva tediosa y aburrida. Aprende a
variar el ritmo y la profundidad de tus movimientos, prueba distintos movimientos
con velocidades, intensidades y profundidades distintas. Las variaciones te
ayudarán a mantener tu pene fuerte y erecto, y te harán más fácil el control de
la eyaculación.
Finalmente, insistir en que sigas
detalladas las pautas indicadas acabar con este problema, realiza los
ejercicios paso a paso, sin dejarte dominar por la ansiedad de conseguir
resultados inmediatos, es más deléitate con las distintas actividades que te
propongo, pues estas por sí mismas ya son muy placenteras, tanto para hacerlas en
solitario como con pareja.
Juegos
recomendados:
·
Relajación
previa
·
Relajación
para reducir el estrés sexual
·
Percepción de
las sensaciones corporales
·
Percepciones
sexuales
·
Masajes
sensuales
·
Autoexploración
genital
·
Estimulación
sensual con fantasía romántica
·
La musculatura
pubococcígea
·
Respiración
sexual
·
Anatomía
sexual
·
Ejercicio para
centrarte en tu autoestimulación
·
Autoestimulación
sexual
·
Estimulación
sexual con fantasía
·
Diálogo
genital
·
Familiarización
con el umbral del orgasmo
·
Autoplacer con
parada y arranque
·
Ejercicio para
superar los bloqueos
·
Autoestimulación
ante tu pareja
·
Autoplacer uno
frente al otro
·
Ejercicio de
parada y arranque en pareja
·
Exploración
sexual con afectividad
·
Autoplacer con
ayuda
·
Estimulación
sensual por la pareja
·
Proporcionar
placer a la pareja
·
Masaje erótico
·
Aproximación a
los genitales de la pareja
·
Estimulación
mutua con contacto genital
·
Introducción
del pene
·
Penetración
parcial
·
Penetración
con parada y arranque
·
Juegos para
desinhibirse
·
Fortalecimiento
de los genitales
·
Relajación en
acoplamiento
·
Coito sin
limitaciones
·
Juegos
sexuales de libre creación
·
Técnica de la
serie de nueves
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