Consulta de psicología y sexología

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viernes, 7 de marzo de 2014

EL AMBIENTE SENSUAL

Puede darse la circunstancia de que la salita de casa o el dormitorio, tal como están dispuestos actualmente, no ofrezcan la imagen de un espacio especial. Pero, las estancias menos apropiadas pueden convertirse rápidamente en entornos mágicos. Crear un espacio especial para la sensualidad y la sexualidad nos protege del revuelo exterior, nos eleva y nos aleja de la realidad cotidiana. Proporciona una sensación de tranquilidad y armonía y constituye el entorno adecuado para momentos muy especiales.
En este espacio, no cabe el resplandor de un televisor, ni el sonido del teléfono o del despertador. En el exterior, no debe haber niños que llamen a la puerta, que se produzcan ruidos o estridencias. No se debes tener la sensación de hacer el amor deprisa y corriendo.
Preparad juntos un espacio adecuado y llenadlo de objetos sensuales. Si siempre utilizáis el mismo entorno, iréis construyendo con el tiempo una atmósfera idónea y adecuada para vuestras relaciones. Se puede crear un espacio sensual alrededor de una cama o transformar puntualmente la sala de estar.
Puedes decorar el entorno con tapices, pinturas o fotografías que le dieran un aire místico, romántico o estético y os lo haga especialmente atractivo. Utiliza velas e incienso, o coloca flores aromáticas, campanillas y objetos artísticos o con significado especial. Así, cuando hayáis creado un ambiente sencillo y tranquilo para la sensualidad y elaborado para hacer el amor, todas las actividades eróticas que realicéis en él serán favorables y tendrán un profundo significado para los dos.
Gracias a un entorno armonioso puedes alcanzar un estado interior de tranquilidad y equilibrio. El aspecto más importante del lugar es que ha de estar limpio, despejado y apartado de toda interferencia exterior. Mediante una buena utilización de telas, alfombras y cojines allí donde hagan falta, iréis consiguiendo un ambiente cálido y acogedor.
Además, la estimulación simultánea de los sentidos, a través del color, el sonido, la textura, el ritmo, las formas y los objetos, os inspirará para centrar todo el entusiasmo y creatividad en el arte de aprender a practicar sexo.
Aumentaréis la efectividad del entorno si os vestís de una forma completamente diferente a la habitual. Después de la ducha, podéis vestíos con atuendos que realcen la sensualidad, que sean muy bellos, prendas que cubran el cuerpo y a la vez insinúan su forma. Un maquillaje y un peinado especiales puede resultar el complemento atractivo y erótico adecuado.
La luz ha de ser suave e indirecta. Las velas colocadas sobre bonitos candelabros, ayudarán a crear un ambiente de misterio. Puedes cambiar la iluminación de una estancia colocando una tela de gran colorido sobre la pantalla de una lámpara, teniendo cuidado para que no se agujeree o se prenda fuego. Las sombras oscilantes de las llamas añaden un aura de suavidad y misterio al espacio.
Utiliza sonidos que os proporcionen una sensación de claridad y de relajación placentera: campanillas, cascabeles o un cuenco tibetano, o utilizar un tambor, una pandereta, un triángulo o también un par de palillos de madera dura con sonido agradable. Puede bastar una música grabada, aunque la participación será mayor si ejecutáis vuestra propia música mediante instrumentos, palmadas, cantos o tamborileando.
Podéis crear un ambiente adecuado calentando o vaporizando extractos de determinadas plantas. La vaporización de esencias puras de plantas en el ambiente relaja el sistema nervioso, aclara el pecho, realza las sensaciones eróticas, agudiza la concentración mental y revitaliza el cuerpo. Utiliza un pulverizador con agua y unas cuantas gotas de esencia de una planta, como extracto de menta, de eucalipto, limón y ylang-ylang.
Es conveniente conocer la utilización de los aceites aromáticos esenciales y descubrir sus propiedades: para los masajes, mezclar las esencias con aceites vegetales. Para quemar, se puede poner en el quemador de esencias tres gotas de olíbano, dos de cedro para la apertura espiritual y física y dos de rosa para fomentar el romanticismo y el cariño.
Se puede preparar bandejas de comida y cuenco de agua, zumo o vino y colocarlos en recipientes especiales y dar de comer bocados a la pareja como gesto de reconocimiento de la compenetración entre ambos. Saborear los olores, las texturas y los sabores de la fruta por sus cualidades sensuales y honrar su aspecto erótico.

Puedes hacer guirnaldas de flores para adorar a tu pareja sexual, esparcir pétalos por todo el recinto y sobre el cuerpo y utilizarlos para perfumar y adornar las bandejas de comida. La flor del hibisco tiene un gran significado ritual, su color rojo intenso y su estambre prominente simbolizan la unión sexual.
No puede haber un entorno más adecuado para meditar y hacer el amor que estar con la persona amada cerca de la impresionante majestuosidad de la naturaleza. Probad a pasar algún tiempo apartados de la rutina de la vida diaria y buscar juntos un lugar rodeado por la belleza de la naturaleza. Haced el amor cerca del mar, donde podáis oír las olas; pasear de la mano por el bosque, y contemplar la vastedad del cielo nocturno.
El ambiente determina el humor y debe ser placentero a los sentidos, al igual que a la mente. Con un poco de trabajo, casi cualquier lugar puede convertirse en un templo erótico. Los ángulos y líneas rectas de la arquitectura occidental pueden alternarse fácilmente mediante una cuidadosa selección de telas, colgantes, palios, adornos e iluminación. Util­izando estos materiales se puede crear un «santuario interior» dentro de casa, un lugar en auténtica armonía natural con el espíritu.
Con la cama y los muebles cerca del suelo se crea una sensación de intimidad que resulta muy práctica para hacer el amor. Las alfombras, los tapetes y los cojines no pueden faltar en el templo moderno del amor. Las velas son fáciles de conseguir y, colocadas diestramente, crean un am­biente especial. No siempre es posible tener fuegos abiertos o fuentes, pero siempre es posible tener velas, fruta fresca, incienso y flores.
Para crear unas condicio­nes óptimas se debe introducir en el ambiente hoga­reño el mayor número posible de elementos natura­les. Además de las plantas pueden emplearse mate­riales orgánicos, como los colgantes de seda, las alfombras tejidas a mano y los cojines de pluma. Lo principal es mantener el contacto con los ele­mentos naturales. Puesto que tanto el sonido como la luz juegan un importante papel en el ambiente, estos factores también deben ser objeto de una consideración especial.
La luz de vela favore­ce especialmente los tonos de la piel y puede emplearse en combinación con espejos. Éstos ayudan a crear una sensación de amplitud y, colocados estratégicamente, tienen un gran potencial erótico. Los cuerpos desnudos, las telas coloridas, las alfom­bras, los cojines, el incienso, los espejos y la luz vacilante de las velas se combinan perfectamente creando un escenario ideal para el deleite erótico.
Los cinco sentidos son los «instrumentos» de los amantes; por consiguiente, debemos aprender a jugar con ellos diestra y finamente. El sexto senti­do, la mente, es el agente de contacto; es el más discriminativo de los sentidos y, con mucho, el más sensible. Un buen ambiente libera a la mente para que ésta entre en comunicación con todos los otros sentidos.
Trata de crear, dentro de tu casa, una atmósfe­ra única en la que hagas el amor regularmente. De ser posible, mantén en privado esta zona, separándola de las demás, de manera que la cámara del amor asuma un carácter mágico y sagrado que aumente el erotismo. Los amantes necesitan un santuario privado interior donde puedan relajarse y experimentar sin temor de ser molestados. Trata de imprimir a este ambiente lo mejor de tu propio espíritu y creatividad; esto te permitirá dar lo mejor de ti mismo y le dará a tu casa una vida y humor propios.
Una cama cómoda o algunos cojines adicionales suponen una gran diferencia a la hora de hacer el amor. Algunas posturas eróticas requieren una cama o lecho a una altura determinada sobre el suelo, mientras que otras se practican en cualquier parte. La cama debe ser firme, pero suave.

Las parejas deben procurarse camas cómodas y lo bastante amplias para dejar espacio a todos los juegos de erotismo. Es desaconsejable el uso de man­tas o sábanas de fibras sintéticas, ya que crean electricidad estática y alteran la polaridad del cuer­po. El colchón ha de ser firme, pero suave. Una vez instalados la cama o el colchón, conviene engalanarlos con telas, sedas o cortinas del agrado de cada uno.

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