Reflexiona sobre una fantasía sexual que
desees comentar con tu pareja.
Muchas personas se avergüenzan de este
tipo de fantasías, sobre todo en el momento de la relación sexual. Amuchas
mujeres, de niñas, les enseñaron a no pensar en estas cosas. Descubriremos que
compartir las fantasías sexuales resulta una experiencia tonificante, incluso
pueden proporcionarnos placer y más emoción en la vida sexual.
La comunicación de estas fantasías no
implica que haya que llevarlas a la práctica. Sois libres para hacer lo que os
plazca. No obstante, debéis apoyarnos mutuamente y no tener miedo a entrar en
detalles cuando tengas que exponerlo. Constituye una excelente forma de mostrar
al otro la forma en que uno quisiera ser amado.
Después de prepararte y prepararte un
entrono adecuado, utiliza 15 o 20 minutos para cada uno de los estadios del
ejercicio.
Empezar con una salutación sincera y un
abrazo de fusión. Sentaos cómodamente, cara a cara, sin tocarse, mirándoos a
los ojos.
A puede empezar preguntando: “Cuéntame
un sueño o una fantasía sexual que hayas tenido”.
B le explica dicha fantasía con todo
detalle durante cinco o siete minutos.
A controla el tiempo y presta toda la atención
y ayuda a B. Si B no consigue recordar nada, A puede ayudar formulando alguna
pregunta como: “¿Qué sueños, pensamientos o imaginaciones has tenido
últimamente respecto a tu vida amorosa?”. O bien: “Recuerda de otra época que
te imaginabas sobre el sexo”. Utilizar este ejercicio como oportunidad para
mostraos afables, pacientes, conscientes de que estáis dispuestos a llevar a
cabo este profundo trabajo juntos.
Cuando B haya acabado la exposición, A
dice: “Gracias por contarme el sueño o fantasía”.
Intercambiar los papeles y repetir el
proceso.
Acabar con una salutación sincera y un
abrazo de fusión.
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